La frase del dia

18 julio 2010

Un sábado de verano



Este sábado decidí no acudir al frontón. Conviene realizar otras tareas pendientes. Si no pasa nada el martes me resarciré. Subí hasta mi parcela. Radial en mano, o a golpe de maceta, me entretuve aplacando piedras sobre la pared de la casa, con la intención de hacer un zócalo que aminore el impacto el agua de la manguera a la hora de regar el entorno.
En el frontón seguramente se eliminarán más calorías, si el sudor es un indicador del desgaste es evidente que gana de calle. Sin embargo, amasar la pasta en el carretillo, alisar la superficie a cubrir, untar las piedras con mortero y aplastarlas sobre la pared, acaba por dejar el cuerpo hecho un guiñapo.
Vaya gusto, dirás. ¡Ay amigo! que agradable es ver después de una relajante ducha el cambio producido y sentir que tu esfuerzo obtiene recompensa.
A la hora de la siesta, en la pantalla del televisor, retransmitían la etapa del Tour de Francia. El pelotón de ciclistas avanzaba agrupado preparando la llegada para los rápidos de cada equipo. No había puertos que ofrecieran espectáculo y con el eco de los comentarios de P. Delgado sucumbí al agradable descanso.



Ya caía la tarde cuando fuimos al concierto de Chick Corea. El recinto con forma de anfiteatro, enclavado en el espacio ajardinado más extenso de la ciudad, al solano de las viejas murallas iluminadas a esa hora, le daban al evento el rango acorde a la celebridad que ibamos a escuchar.
La banda “Freedom Band”, comandada por Chick Corea, inició sus interpretaciones de jazz- fusión y blues. En cada tema dejaban virtuosas pinceladas de talento y técnica interpretativa. Diálogos musicales entre Chick Corea y el saxofonista Kenny Garrett, soportados por la contundencia del contrabajista Christiam Mc Bride y el ritmo del veterano baterista Roy Haines. Daba igual quien llevara el peso de la melodía porque eran constantes los solos donde dejaban boquiabiertos al personal. Terminaron la actuación con un par de bises cuando el reloj agotaba la última hora del sábado.

Como no se podía grabar ni hacer fotografías durante la actuación, os dejo un video suyo con un tema que probablemente os suene.
http://www.youtube.com/watch?v=VevDPwEZIQ4&feature=related

13 julio 2010

Noche mágica

Luis, mi vecino de parcela, me invitó a ver con él y su señora la final España – Holanda. En mi casa el fútbol no entusiasma y verlo solo no era plan, pero Luis y Judich, aparte de ser excelentes personas, no se quedan atrás como anfitriones.
No soy un erudito del fútbol, aunque suelo leer también la prensa deportiva. Sabía que Holanda se había distinguido por su juego de ataque que, en otro tiempo, le hizo acuñar el apodo de Naranja Mecánica. Por eso esperaba un partido de ida y vuelta, no trabado, sino con oportunidades en las dos porterías.




Los holandeses no jugaron para ganar, sino que lo hicieron para no perder. Repartieron cuanta cera quisieron, con entradas que rayaban lo
criminal, sin otro afán que intimidar, mellar la moral y provocar.
Por momentos parecían italianos rompiendo el ritmo y acosando al arbitro en cada decisión sin que viniese a cuento.



Al fin se impuso la lógica y el buen fútbol venció porque así tenía que ser. Que final más fea para la historia habría quedado si llegan a imponerse los marrulleros que repartían estopa con la aquiescencia de un árbitro que más bien parecía un convidado de piedra. Que continúe dedicándose a dirigir el coro porque como árbitro deja mucho que desear.
No voy a extenderme en análisis porque cada cual tendrá el suyo. Una vez terminado el partido bajé a mi casa y vi que se acercaba la gente portando banderas españolas y camisetas rojas. Mucha gente. Más de la que se podía esperar.
Desde el balcón de mi casa presencié el jolgorio de coches que enarbolaban banderas y tocaban los claxon continuamente.
Nos pusimos camisetas rojas y emprendimos paseo hasta la fuente del centenario, que está más o menos a mitad de la Rambla.
Aparentemente lo que estoy escribiendo puede parecer insulso pero ver a la gente ondear la bandera española aquí es algo harto difícil. Como siempre la prudencia evita crear situaciones de crispación, pero la noche mágica fue enteramente rojigüalda.
El pasodoble Viva España rugía en las gargantas y el Yo Soy Español se entonaba con inusitado brío.




Un personaje que surgió con el mundial es el pulpo Paul, gracias a sus acertados pronósticos. Muy listo el pulpo, pero mucho más listo el gato Sami (reencarnación de Gatuso que vivirá en la parcela cuando sea un poco más grande) Ver el video y entenderéis por qué digo esto, aparte de adivino, se cobra sus predicciones) Y ya como apostilla, mi admiración más profunda a un hombre que es un ejemplo de temple y cordura. Que esquiva las críticas con halagos y que evita apuntarse al carro del éxito. Ese es nuestro paisano: Don Vicente Del Bosque.




http://www.youtube.com/watch?v=HINwOCkgOqA